martes, 17 de febrero de 2009

Sol, río, playa y fiesta.












En la estación más calurosa del año, los departamentos entrerrianos que habitan a la vera del río Uruguay atraen a miles de turistas que buscan refrescarse, relajarse y pasar momentos de diversión en sus vacaciones. Colón es uno de los lugares más convocantes por sus atractivos naturales y su tradicional Fiesta Nacional de la Artesanía.

Cada verano, la ciudad de Colón se llena de turistas que llegan de diferentes localidades de nuestro país. El fin es disfrutar de un lugar tranquilo, natural y con muchos encantos como los ofrece este hermoso lugar.

Este año, a pesar de los temores ante la crisis económica mundial, son muchos los que decidieron elegir pasar unos días de sus vacaciones (la tendencia fue entre tres y cinco días) en las playas colonenses y asistir a alguna de las artísticas noches que ofreció la 24º Fiesta Nacional de la Artesanía.

Desde el sábado 7 al domingo 15 de febrero, en el Parque Quirós, Colón ofreció nueve noches de calidad y variedad artesanal, con la exposición de 500 artesanos de todo el país, y un escenario con los cantantes argentinos que más convocan por su calidad artística.

En orden de presentación, actuaron en el escenario “Ramón Cabrera”: Los Pimpinela, Amboé y Beto Moya, La Bersuit Vergarabat, El Chaqueño Palavecino, La Nueva Luna, Abel Pintos, Los Palmeras, Jorge Rojas y La Mosca.

Las entradas fueron accesibles, rondaron desde los $15 a los $25, para los mayores, dependiendo del artista que tocara cada noche. Cada presentación cumplió con el horario en el cual se había establecido, característica que se viene repitiendo en cada una de las ediciones de esta fiesta, siendo un factor más que la hace destacarse por su calidad organizativa.
La lluvia del día martes hizo que el miércoles 11 se unieran dos shows: el de la Nueva Luna, planificado para ese día, y luego cerró el Chaqueño Palavecino, siendo una de las noches con mayor convocatoria, ya que superó las 17 mil personas.

Esta gran fiesta popular que Entre tiene el orgullo de realizar es cada vez más convocante, superando cada año las expectativas de quienes trabajan para llevarla a cabo. Sumado a que en esta ocación, el Secretario de Cultura de la Nación, Dr. José Nun, firmó un Decreto en el que declaró a la Feria de Artesanías de Colón de interés cultural de la Nación, dándole un prestigio mayor a este encuentro anual.

En el almuerzo del domingo 15, los artesanos fueron premiados con la Rueca de Plata 2009 cuyos ganadores fueron: la artesana de Tejido en telar, María Celia Belachur de Cervino (de Olavaria, provincia de Buenos Aires), quien ganó la Rueca de Plata Maestro Artesano. El tallista santafecino Juan Carlos Nauzneriz, recibió la Rueca de Plata Artesano Artífice. Y la Rueca de Plata por la Producción Artesanal fue para Marcelo Carrión, artesano del rubro asta y hueso, de la localidad de General Pico, Provincia de la Pampa.
Ese mediodía estuvo presente, junto a todos los artesanos, el músico Jorge Rojas que había actuado en la noche anterior. El artista habló con Aldo Merlino, artesano Rueca de Oro e integrante del jurado que evaluó los trabajos ganadores, quien le hace sus guitarras, también dialogó con el director del Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales Argentinas (MATRA) y con otros artesanos que dirigen exposiciones. El cantante salteño tiene el interés de que haya una feria artesanal de jerarquía en la Primera Fiesta de la Cultura Nativa que él está organizando en La Merced - Santa Victoria Este (provincia de Salta) para el 23 y 24 de mayo próximo, la cual convocará a artistas de Argentina, Bolivia y Paraguay.

sábado, 7 de febrero de 2009

Algunas imágenes y sitios de San Martín de los Andes

Vista de San Martín de los Andes desde la ruta a 7 lagos.


Plaza San Martín, en su centro el monumento al General.

En uno de los laterales de la plaza se encuentra una feria artesanal. Allí artesanos de esta ciudad y de otros puntos del país se reúnen para exponer sus producciones.

Al noroeste de la plaza se encuenta la Secretaría de Turismo y en la esquina suroeste la municipalidad.
Frente de la municipalidad de San Martín de los Andes.


En esta ciudad se encuentra una de las sedes de la Universidad Nacional del Comahue. En ella se desarrollan las carreras de: Técnico Universitario Forestal, Guía de Turismo y Enfermería.


Al lado de la Facultad se encuentra el albergue universitario donde se hospedan durante el año lectivo los estudiantes que llegan a esta ciudad para estudiar la tecnicatura en Forestación, única en el país.


La madera es un material que predomina en la arquitectura de las construcciones de esta ciudad.

Además del museo de la Intendencia del Parque Nacional Lanín, que se encuentra frente a la plaza San Martín, también se puede visitar el museo "La Pastera" en memoria a Ernesto "Che" Guevara.

El museo del Che se encuentra en calle Sarmiento y Rudencindo Roca. En ese lugar, a fines de enero de 1952, los jóvenes Ernesto Guevara de la Serna y Alberto Granado se albergaron dos noches en un galpón dependiente del Parque Nacional Lanín, ubicado en aquel sitio. Su paso por San Martín de los Andes fue una de las paradas que realizó en su primer viaje por Latinoamérica.

Río Quilquihue

El río Quilquihue desemboca en el lago Lolog (provincia de Neuquén).
Los pescadores de truchas caminan entre sus rocas buscando el lugar más apropiado para, junto a sus rieles y moscas, poder tomar un ejemplar de esta especie.





Costeando este río se llega a la apertura del lago Lolog. Lugar único, como cada rincón de los que se intentan describir en este sitio.

Villa Quila Quina


Desde el puerto de San Martín de los Andes, a cada hora sale una lancha de pasajeros cuyo recorrido, sobre el lago Lacar, demora 30 minutos hasta llegar a las playas de Quila Quina.




En el trayecto los tripulantes no dejan de sacar fotos y filmar: al lago, a las montañas, al lago, a las montañas. El paisaje es imponente, por lo tanto las imágenes reproducidas parecen no conformar a quienes lo están viviendo.



Al llegar a la playa, un atractivo parador da la bienvenida. Las fotos siguen y las filmaciones también. Éstas se enfocan a la bandera argentina que flamea en la punta del muelle, teniendo de fondo las verdes montañas y el cielo reflejado en el lago.




--¡Sacale foto a la bandera y el paisaje que quede de fondo porque este lugar es argentino! --le dice un turista local a su compañera, expresando el orgulloso de descubrir semejante paisaje en su propio país.





Al caminar por la orilla del lago se observan árboles como si fueran de un bosque encantado. Los troncos parecen miles de raíces que se ensanchan, se entrelazan y se abren en los extremos para dar origen a las ramas. Ellos están en la costa y dentro del lago. Otros similares, pero de un tamaño cinco veces mayor, parecen haber sidos arrancados por una mano superior y apoyados en la tierra. ¿Cómo se sostienen? esa es la incógnita para quién por primera vez observa un paisaje con estas características.

Diversas aves, patos y otras especies, conviven en el lugar.


En forma lenta los veraneantes se sumergen en el agua transparente. Cuando él llega hasta el pecho, la vista puede ver con suma claridad la punta de los dedos de los piés, las algas y las piedras que en el fondo del lago habitan.

Otros disfrutan el lago practicando diferentes deportes acuáticos.



Al caer el sol, los que no eligieron acampar en Quila Quina, vuelven a San Martín de los Andes contemplando un nuevo paisaje que dibuja el atardecer.

(Por más esfuerzo descriptivo que se haga en la minusiosidad de los detalles persividos, es imposible acercarse a lo realmente vivido).

Lago Lolog

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A 45 minutos de San Martín de los Andes, un colectivo de línea recorre un sinuoso y ascendente camino de ripio para llevar a los pasajeros hasta el lago Lolog.

A tres cuadras de la parada final, se llega a este maravilloso lugar.

La arena entremezclada con las piedras rodean el agua cristalina de este lago. Allí, quienes llegan se sientan a contemplarlo y disfrutar del aire fresco que apasigua los fuertes rayos del sol veraniego.

Frente a la playa del lago Lolog, destacadas casas de fin de semana se lucen con su refinada arquitectura y cuidada jardinería.

Fotos: 1) Mapa: zona de ubicación. 2) Vista desde el camino sinuoso y ascendente. 3) Mochileros haciendo frente a la pendiente. 4) Llegada a la playa del lago Lolog, en primer plano lavandas y margaritas que rodean una casa que mira al lago. 5 y 6) Otras perspectivas de este espejo azul.
Todas estas imágenes fueron tomadas en el ventoso y soleado jueves 15 de enero de 2009.

Playa Catritre - San Martín de los Andes
















Sobre el lago Lacar, a sólo seis kilómetros del centro de San Martín de los Andes, se encuentra la playa Catritre.

Para llegar a ella un colectivo urbano de la empresa Ko-ko, que sale desde la terminal de ómnibus, te lleva por $2.

La parada de Catritre se encuentra a la vera de la ruta, paralela al lago, y luego se desciende aprox. 700 metros caminando entre los pinos y senderos marcados por el paso de la gente.

Entre la frondoza sombra del bosque, comienza a verse un reflejo luminoso detrás de los pinos, es el sol que rebota en el espejo de agua; sí... es el rencuentro con otra cara del lago Lacar, perteneciente al Parque Nacional Lanín.

Las flores de San Martín de los Andes












Si una particularidad se puede destacar de esta bella ciudad son las rosas que rodean todas las veredas de sus calles.

Rojas, rosadas, moradas, blancas, amarillas, naranjas son los colores que deslumbran los ojos de todo turista que recorre este atractivo poblado.
Si alguien se tienta por extraer una de ellas pronto recibirá la condena por querer apropiarse de su belleza y aroma. Por arrancar una rosa, aunque se encuentre en la vía pública, tendrá que trabajar en el cuidado de las mismas durante el período de tiempo que el Municipio de la ciudad lo decida, para redimir la falta ocacionada.
Solo cada frentista puede extraer alguna flor de su planta.
Esta política, de plantar rosales en los costados de las veredas de San Martín de los Andes, se implementa desde hace aproximadamente dos décadas. Cada vecino que poda su planta le da gajos a otros vecinos para que los implanten en el frente de sus casas y así, en el verano, florece la ciudad.