Rápidamente, la memoria hace un repaso de las cosas que debo llevar. La lapicera vá anotando en un retazo de papel arrugado la lista de qué es indispensable no olvidar. Las nuevas tecnologías también ayudan: las tareas también se van agendando en el celular.Las exigencias de los habituales lugares de trabajo siguen haciendo presión hasta las últimas horas; pero todo se relajará en el momento en que, una vez arriba del micro la mente, el corazón y el espíritu se vayan preparando para hacer inolvidable el viaje que promete paisajes de variados colores, aromas y calidez humana que distinguen a la cultura del norte argentino.
En breve iré recolectando en la mochila lo que el espíritu sabe apreciar de las expresiones superiores de la naturaleza creadora.
Una vez más: gracias a la vida y a su Creador por esta nueva oportunidad de conocer lugares únicos.
